Queridos clientes y amigos,
El 27 de agosto de 2018, por separado, los Gobiernos de México y de los Estados Unidos de América anunciaron que habían llegado a un acuerdo tras más de un año de negociaciones sobre el futuro del TLCAN. Si bien los Gobiernos de ambas partes insisten en que esperan que el Canadá siga formando parte del acuerdo (se prevé que el Canadá se reincorpore a las negociaciones antes del 31 de agosto), fueron claros al confirmar que un acuerdo comercial entre México y los Estados Unidos ya era una realidad.
Al equipo negociador de México (encabezado por el Ministro de Relaciones Exteriores, Sr. Luis Videgaray, y el Ministro de Economía, Sr. Ildefonso Guajardo) se le unieron los «observadores de la negociación» (encabezados por el Sr. Jesús Seade) de la próxima Administración (que se inaugurará el 1º de diciembre de 2018) en una conferencia de prensa en la que se dieron a conocer los siguientes aspectos destacados:
1. Principios. Siguiendo las premisas que el Gobierno de México se comprometió a cumplir ante el Senado, el Acuerdo:
– Reconoce y promueve la integración comercial e industrial para mejorar la competitividad;
– mantiene la certeza sobre los mecanismos de solución de controversias (véanse nuestros comentarios sobre el Capítulo XIX y nuestras notas finales más adelante); – no contiene ningún (al menos no nuevo) cupo comercial, restricción o arancel; y
– da certeza y fundamento a la actual trayectoria económica de México.
2. 2. Sector Automotriz. El Gobierno mexicano confirmó que la demanda inicial del Gobierno de los Estados Unidos sobre el 50% de contenido estadounidense ha sido desestimada; sin embargo, entrarán en vigor nuevas Reglas de Origen de mayor contenido regional que incluirán un factor salarial.
El Gobierno mexicano explicó que las nuevas Reglas de Origen dispondrán que el 40% de la producción se lleve a cabo en un territorio de alto salario.
El Gobierno de México insistió en que cerca del 70% de la producción automovilística de México se beneficiaría inmediatamente de la preferencia arancelaria del 0% y que el 30% restante se beneficiaría de una introducción gradual de cinco años, a partir de 2020 y, en cualquier caso, con una preferencia arancelaria máxima permanente del 2,5%.
A nosotros nos pareció que el gobierno mexicano comunicó que la producción automotriz mexicana estaría protegida contra la investigación de la Sección 232 que está en curso por el gobierno de los Estados Unidos.
3. La agricultura. El Gobierno mexicano anunció que el sector agrícola de México estará protegido de las medidas antidumping y de estacionalidad.
México, que es el mayor mercado para las exportaciones de pollo y cerdo de los Estados Unidos y uno de los mayores para otros productos como el sorgo, se citó como una palanca para el buen resultado de las negociaciones mutuamente satisfactorias.
4. 4. Otras industrias. El Gobierno de México confirmó acuerdos en otros sectores e industrias, como la de los vehículos pesados, en los que se confía para satisfacer los requisitos de los inversores en cuanto a cadenas de suministro más integradas que se fortalecerán con el tiempo.
5. 5. Resolución de controversias. El Gobierno de México anunció que se mantiene el diseño original de los capítulos XI (Inversión) y XX (Arreglos institucionales y procedimientos de solución de controversias). Aunque se han acordado directrices generales, la versión final del capítulo XIX (Asuntos de derechos antidumping y compensatorios) parece depender de las negociaciones con el Canadá.
6. 6. Salvaguardias y represalias. El Gobierno de México confirmó que se han mantenido las medidas sobre salvaguardias y represalias, que se citaron como eficaces para permitir a México compensar las medidas discutibles en el pasado.
7. 7. Mecanismo de examen de los plazos y las previsiones. Se rechazó la cláusula de extinción propuesta por el Gobierno de los Estados Unidos, pero las partes convinieron en que el Acuerdo estaría sujeto a plazos obligatorios renovables de 16 años con reuniones de examen programadas cada 6 años. En opinión del Gobierno de México, con ello se logra que ninguna Administración de ninguna de las partes tenga la facultad de rescindir el Acuerdo (sin el consentimiento de la siguiente Administración) y que las revisiones periódicas sirvan como mecanismo de mejora continua y como válvula de presión.
Notas finales:
Sobre la próxima administración: El Sr. Jesús Seade, nombrado como observador por el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, reconoció los esfuerzos, el compromiso y los resultados del equipo negociador y afirmó que el Gobierno de México había logrado convertir lo que parecía ser un proceso de «control de daños» en un resultado fructífero que envía fuertes mensajes a los mercados y a los inversores y que cabe esperar que mejore la capacidad exportadora y el atractivo de México en los mercados internacionales. El Sr. Seade concluyó sus comentarios expresando que la próxima Administración está firmemente comprometida con la gestión de la economía en cooperación con el sector de la inversión para confirmar y mejorar el éxito de México en los mercados internacionales. Durante la ronda de preguntas y respuestas, el Sr. Seade confirmó que la próxima Administración no tratará de revertir la Reforma Energética.
En cuanto al Canadá: El Gobierno de México insistió en que deseaba que este Acuerdo siguiera siendo un acuerdo trilateral; sin embargo, el Gobierno de México también subrayó que era muy importante poder dar certidumbre a los inversores extranjeros que hacían y planeaban hacer negocios en México.
Durante la ronda de preguntas y respuestas, el Gobierno de México expresó que, salvo algunos elementos del capítulo XIX (Asuntos de cuotas antidumping y compensatorias), todos los demás asuntos que pueden considerarse de interés trilateral están en línea con las negociaciones que las partes tuvieron con el Canadá y que, en opinión del Gobierno de México, las preocupaciones pendientes del Canadá se refieren a las negociaciones bilaterales entre el Canadá y los Estados Unidos (sobre asuntos como los productos lácteos) en las que México no necesita participar.
En cuanto a los derechos sobre el acero y el aluminio. El Gobierno de México, reconoció la observación del Sr. Robert Lighthizer de que los derechos sobre el acero y el aluminio no formaban parte de las negociaciones con México. Sin embargo, el Gobierno de México expresó su opinión de que si se firma un Acuerdo con los EE.UU., éste debe necesariamente tener el efecto de dar por terminados los aranceles sobre las exportaciones de acero y aluminio de México a los EE.UU.
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